¿Cómo saber si se ha servido el espresso perfecto?
El golpe perfecto de espresso no es un objetivo difícil de conseguir, está al alcance de cualquier barista, con un poco de práctica. Más allá de los puntos básicos de la preparación de un chupito, solamente se debe saber evaluar la apariencia, el olor y el sabor de un espresso.

¿Qué es lo cual provoca que un espresso sea realmente bueno?
Preparación: Para comenzar, debe tener un tiempo de preparación correcto. Supongamos que tiene un delicioso tueste de espresso, que sabe cómo analizar y ajustar su molido, y cómo apisonarlo en el portafiltro de la misma forma. Si ha seguido dichos pasos iniciales, su espresso debe tardar entre 20 y 25 segundos en entrenarse.
El chorro de espresso que sale del portafiltro debería parecerse a la miel espesa y caliente. El trago final debería ser dorado y tener un grosor de crema de alrededor de 1/4″ a 1/3″.
Aunque técnicamente el espresso es solamente un estilo de café (y no un tipo distinto de grano de café), lo cual distingue al espresso del café corriente es el procedimiento específico de preparación. Preparado con una máquina de café espresso -una máquina de café que hace pasar una pequeña proporción de agua casi hervida a presión por medio de granos de café finamente molidos-, el espresso suele servirse en un trago más diminuto, debido a que el sabor es más robusto y concentrado.
- Color: Cuanto más claro sea el color, más claro va a ser el tueste. En la situación de los granos de café espresso, lo mejor es optar por el tueste espresso, el tueste oscuro-medio o el tueste francés, todos ellos de color medio-oscuro a marrón negruzco.
- Acidez: Además debes considerar tu perfil de sabor esperado, y si prefieres una mezcla más dulce y cremosa o una infusión más amarga. En el primer caso, busque mezclas de baja acidez o más ligeras, que no únicamente disminuyen el amargor, sino que además hacen que el hábito del café sea más simple y agradable para quienes poseen inconvenientes de reflujo o acidez.

- Frescura: Fíjese en la «fecha de tueste» de una mezcla, debido a que cuando los granos se tuestan, el proceso de oxidación (ergo, el envejecimiento) además empieza. Aparte de esto, otro buen indicador de frescura suele ser la oleosidad del grano. Los granos de café tienen dentro aceite de manera natural, y unos granos más secos tienen la posibilidad de indicar que han pasado su mejor instante. Lo ideal es que se almacenen en recipientes o botes herméticos y no transparentes para una óptima longevidad, debido a que impiden el paso del oxígeno y la luz ultravioleta, que tienen la posibilidad de degradar su calidad.